Venezuela Renovada

Reflexiones diversas, en especial de mi amado país, Venezuela

miércoles, 14 de febrero de 2018

Dicen que los abogados somos delincuentes en su mayoría. Triste y grave opinión. pero aprovecho para aclararlo en una frase:

"No es que los abogados seamos delincuentes...La realidad es que hay muchos delincuentes que se gradúan de abogados". Fabrizia Castorina

sábado, 20 de enero de 2018

¿Qué es la inflación?

  Wikipedia da una sencilla y clara definición: "Proceso económico provocado por el desequilibrio existente entre la producción y la demanda; causa una subida continuada de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos o hacer uso de ellos."
   En principio, entendemos que la inflación es, en definitiva, un problema económico que surge por descontroles económicos:  poca producción, el poder adquisitivo de la moneda disminuye cada vez más, la demanda de bienes está por encima del ritmo de la producción de bienes que cada vez menguan más, etc.

   Pero el verdadero origen, el de la esencia, no es económico, sino MORAL. Malos manejos, malversaciones, corrupción, intereses partidistas o individuales que arriesgan la salud económica de un país, negociaciones ficticias, sobreprecios, tergiversaciones en la oferta y la demanda, especulación... todo ello origina una profunda y gravísima distorsión económica cuyo punto de partida es el corazón del ser humano: la intencionalidad que lastimosamente es en su mayoría egoísta y ambiciosa.

Bien dice el Máximo Libro de Instrucciones para la vida y la victoria: "porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores." 1 Timoteo 6:10.

   Vale la pena acotar, como han dicho muchos evangelistas de la fe lo siguiente: No dice esa cita Bíblica que la raíz de todos los males sea el dinero, sino EL AMOR al dinero. Es nuestro corazón el que alberga sentimientos y deseos innobles. 

   Igual ocurre con el petróleo. No es que el oro negro sea culpable de nuestros males. Noruega es un país con inmensas reservas petrolíferas y tiene una extraordinaria gestión pública nacional e internacionalmente.

     Dice una Sentencia Bíblica del Señor Jesús: "Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias" Mateo 15:19

    
     Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. (Proverbios 4:23)

En ese Extrordinario Manual de Instrucciones existen infinidad de exhortaciones en relación al corazón como fuente de esencia y como tal, debemos nutrirlo con la Única Verdad para hallar no solo la seguridad de la Salvación en Cristo Jesús, que es lo más importante, sino también prosperidad en el hogar, en la sociedad, en la economía, en la salud y muchas otras áreas entendiendo que Dios nos las quiere dar a través de sus Incalculables y Maravillosas enseñanzas.

   El mejor tiempo invertido es, sin duda, aquel que usamos para escudriñar Su Palabra, pues en ella está LA ESENCIA DE LA VIDA!.
COMENCEMOS DESDE EL PRINCIPIO
      Se ha dicho que nuestra  Constitución Nacional es, si no la mejor, una de las mejores del mundo,  a pesar de cuestionadas enmiendas. Su articulado ha sido objeto de  análisis en incontables ocasiones por parte de políticos, abogados, periodistas, gobierno, oposición y hasta del ciudadano “de a pie” –como le dicen-.
     En mi humilde entender no comenzamos por el principio. El Preámbulo de la Carta Fundamental dice: “…e invocando la protección de Dios…”.  Ahora  me pregunto: si el preámbulo no importa, entonces ¿para qué se redactó como está? ¿de adorno? No creo. ¿Como amuleto de buena suerte? Mala praxis! Realmente, todas las anteriores Constituciones han establecido expresiones parecidas, incluso las más antiguas contenían en su Preámbulo lo siguiente: “En el Nombre de Dios Todopoderoso, Autor y Supremo Legislador del Universo…”  Pero ¿se puede invocar la protección de Dios sin obedecerle? Sí, claro! El problema es el resultado y aquí estamos….  No me refiero a formalismos religiosos. Veamos:
    En el mundo, millones dicen creer en Dios. Pero vamos como vamos por desobedientes,  porque Dios nos está hablando y no lo queremos escuchar. Me remito a Venezuela porque es lo que me duele, y he escuchado de muchos decir osadamente “Dios nos abandonó”. Pues no. Nosotros Lo abandonamos a Él.  Desde hace siglos, se nos enseñó a creer en Dios a través de un sistema religioso por la necesidad que tiene la mayoría de los seres humanos de creer en algo o alguien y desde ahí muchas subreligiones han surgido; paradójicamente, la palabra “religión” no existe en ninguno de los cuatro Evangelios. Sin embargo, una de las acepciones etimológicamente aceptadas de la palabra “religión” es ésa: La necesidad intensa del ser humano de estar ligado con  Dios. Pero he aquí las preguntas: ¿a cuál Dios? ¿ligados cómo, o para qué, o de qué manera? Muchos ven  a Dios como un dedo acusador, o como una “energía o fuerza” esperando órdenes nuestras; o “un dios pequeñito hecho a imagen y semejanza nuestra” sin ninguna libertad de acción. 
      Por eso el país está  vacío, extraviado,  y la gente prefiere decir “yo no creo en Dios” o “yo creo en ‘dios’ a mi manera” para evitar según ellas, que sus obras sean traídas a la luz. Otros, sin embargo, lo ven como una especie de “Shazam” y le piden a “diosito” –expresión por cierto irreverente- que les ayude a salir de un problema o les conceda un deseo (cual lámpara de Aladino.) Se nos enseñó a creer en Dios pero a través de un sistema religioso humano y tergiversado, con algunos matices espirituales que ha conducido a confusión y a un lamentable y peligroso sincretismo, acompañado de vez en cuando con una oración que se oye “como címbalo que retiñe” es decir, vacía (evocando en esta expresión al apóstol Pablo) no salida de un corazón sincero. De ahí la deserción en ese sistema. Bien dice Jesús que se ha querido quebrantar el mandamiento Divino con las tradiciones humanas. (Mateo 15:3)
  Pero existe una gran diferencia entre “creer en Dios” y “creerle A Dios”, como lo dicen acertadamente reconocidos conferencistas de la  fe Bíblica.
     El Apóstol Santiago dice: “¿Crees que Dios es uno? Bien haces. Los demonios también y tiemblan” (2:19) A  veces nosotros ni le temblamos a Dios, sino peligrosa y equivocadamente al diablo. Una de las infelices aseveraciones que nos ha esclavizado en el libertinaje moral de nuestro país es cuando decimos “creo en Dios a mi manera” o “no creo en Dios”  (el efecto es el mismo); y cuando hay libertinaje moral hay libertinaje en todo y lo  estamos viviendo desde hace tiempo en todos los ámbitos porque nuestra conducta nos delata: no nos respetamos, ensuciamos nuestras calles, derrochamos el agua, nos detenemos con el vehículo donde nos plazca, se realizan actos antihigiénicos en la calle, actos indignos, robamos con la tristemente célebre “viveza criolla”, hay homicidios por doquier con absoluta impunidad, saqueos, libertinaje sexual, conductas intemperantes, burla, corrupción a todo nivel (gobernantes y gobernados en mayor o menor cantidad) y la lista sigue…. Eso forma parte de la inmensa escala de antivalores. Creer EN Dios, o creer EN Dios A NUESTRA MANERA  no es otra cosa que pretender  hacer a Dios “a nuestra imagen y semejanza”, es decir, todo lo contrario de lo que Él estableció.  ¿No será entonces que esa invocación de Dios en la Constitución la aplicamos “a nuestra manera”?
    ¡Y todavía nos preguntamos por qué estamos así! Por desobediencia, sencillamente! ¿Es difícil obedecer a Dios? Pues no, si entendemos que los resultados son para bendición. Dios no nos va a exigir nada que no podamos cumplir y es por nuestro bien porque nos ama. El patriarca Moisés por mandato de Dios dijo: “No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bien le parece”. Estamos esclavizados y entrampados porque nos acostumbramos a  hacer lo que se nos viniera en ganas y nos hemos perdido de disfrutar de las más de 8000 –léase bien: ocho mil- bendiciones que Dios ha prometido a los que Le obedecen. Por eso no hemos podido CREERLE A DIOS, porque no LE conocemos. Y solo podemos hacerlo mediante JESÚS exclusivamente. (no lo digo yo. Lo dice Él); porque como dice  el Señor en el Libro del Profeta Oseas, 4:6 “Mi pueblo pereció porque le faltó conocimiento” o como dice en Proverbios 14:12: “hay caminos que al hombre le parece derecho pero al final es camino de muerte”.
     Muchas veces hemos pensado que si invocamos la protección de Dios, Él nos va a proteger sin importar lo que hagamos, porque a fin de cuentas nos dio libre albedrío. Otro error en el que nos complacieron y nunca nos corrigieron. Es verdad que tenemos libre albedrío, pero esa libertad significa saber escoger entre el camino de vida y camino de muerte (muerte=desobediencia). Si escogemos andar por un camino distinto al que Dios dice, obviamente no nos va a proteger porque decidimos salir de la esfera de la bendición. Y Él nos dice claramente cuál es el camino de bendición y cuál el de maldición (por ejemplo, Deuteronomio 28). Dios respeta nuestras decisiones, pero no es “alcahuete” de las malas.Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al SEÑOR, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar”. Isaías 55:7.. “El temor de YHVH  (Dios) es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia” (Provb 9). Más: Proverbios 3. No hay Libertad ni Verdad, ni Paz  integral cuando el  camino no se transita con el Autor de la Vida; por eso Él dice “conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libres…” Juan 8:32
      Venezuela desde hace cientos de años, camina de espaldas a Dios. Es por eso que ahora en medio de tanta confusión nacional la gente comenta “algo nos está queriendo decir Dios, esto es una lección”.  Y lo es.Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo” (Hebreos 12:6) Las lecciones duras sacuden el espíritu y la conciencia del ser humano. Veamos unos pocos ejemplos de nuestra desobediencia: Dice el salmo 33:12 “bienaventurada la nación cuyo Dios es YHVH”. (Dios). ¿Hemos tenido a Dios como el Señor de Venezuela? No. No porque creamos en Él o le invoquemos en la Constitución lo Es. No lo es sencillamente porque no le honramos como Él dice: “Yo honro a los que me honran y los que me desprecian serán tenidos en poco”. 1 Samuel 2:30. “Este pueblo solo de labios me honra; pero su corazón está lejos de mí” Isaías 29:13. Mateo 15:8. ¿Por qué no lo honramos? Porque no lo tenemos como único objeto o motivo de fe y de adoración y hay alguien más en Su lugar. En muchísimos pasajes Bíblicos Dios se manifiesta sobre ello.  ¿Le hemos obedecido en eso? No y lo sabemos todos. La fe ha sido depositada en forma desviada en motivos compartidos y Dios no comparte su gloria ni su alabanza con nadie (Isaías 42:8, entre otros).   
       Dios no cambia ni puede ser burlado. ¿Hemos honrado la primera Institución bendecida por Dios, la familia? En la inmensa mayoría de los casos no. Se practica  un “segundo frente” como algo “normal”. (le tengo terror a la palabrita “normal”). Se les pone a los hijos los anticonceptivos en sus bolsos o carteras, cuando Dios nos demanda como padres a cuidarlos celosamente y eso no es cuidar.  ¿Somos honestos? En la inmensa mayoría de los casos, NO. Vamos! Seamos sinceros! Las mentiritas blancas son las peores, porque las disfrazamos como “buenas o necesarias”. Mentimos porque es “normal”. Y Jesús dice que los que mienten son hijos del padre de mentira y no de Dios! (Aunque se nos ha dicho que todos somos hijos de Dios, no es cierto. Otra mentira.)  ¿Hemos obedecido? No. ¿Estamos Honrando a Dios? No, para nada! Él dice que debemos atender solo a Su Hijo, Jesús. ¿Lo hemos hecho? No. Y esto nos atañe a todos.  Y paro de contar porque no  alcanzarían espacio para anotar más. !Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! !Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! (Isaías 5:20) ¿Cómo podemos esperar que Dios nos proteja con la  mera invocación en la Constitución, si decidimos desobedecerle y andar en nuestros propios caminos? Eso, en resumidas cuentas es la violación del Cuarto Mandamiento: “No tomarás el nombre de YHWH tu Dios en vano; porque no dará por inocente YHVH al que tomare su Nombre en vano” Éxodo 20:7, pero como invocamos Su Nombre y le hemos desobedecido, lo tomamos en vano y lo estamos pagando. Lo que pasa en el país no es otra cosa que la consecuencia de décadas de desobediencia. Le abrimos puertas al mal. Debemos tener presente que la Venezuela “saudita” no fue otra que una “Venezuela espejismo”. De agrícola a petrolera! Nos envanecimos… nos llenamos de orgullo, pero no del orgullo honroso, sino del orgullo soberbio. Recordemos porqué cayó el ángel del mal… y mucho cuidado que él no es fábula! Es tan real como el día y la noche. Fábulas son las que le contaron a nuestros indígenas en la colonia. Como dice el reconocido escritor, historiador y teólogo español César Vidal, “flaco favor” hicieron los españoles de la colonia en nuestros países latinos en lo que respecta a los valores del espíritu, columna vertebral de la esencia de la vida. ¡Torcieron todo premeditadamente en nombre de la corona para usurpar el Poder de Dios!
       Pero retomando el tema, por ese orgullo soberbio consecuencia de la Venezuela saudita  o "Venezuela Espejismo" nuestro envanecimiento fue tal que nos jactábamos en decir “tenemos el país más bello del mundo” como si fuera mérito nuestro, o como si nos lo hubiésemos merecido… Aunque fuera cierto, no fuimos nosotros quienes pusimos en él las bellezas naturales, el petróleo, los paisajes, el clima, las muchas riquezas… En cambio,  algún día el Hacedor de tantas maravillas nos exigirá cuentas de esa administración. ¿Solo a los políticos? No! a todos, porque somos una sociedad de cómplices en todos los estratos! Nos caracterizamos por ser siempre el país de “lo que me da la gana”. ¿Por qué te comes la luz? Porque me da la gana! Por qué botas basura en la calle? Porque me da la gana, además no es problema tuyo! ¿Por qué te detienes en medio de la calle y bloqueas el tránsito? Porque me da la gana y además, todo el mundo lo hace!” Y pare de contar. ¿Cómo se puede tener “el país más bello del mundo” con tanta irreverencia, grosería y mal testimonio ante Dios y otros países y en particular, ante nuestros hijos? Esa que llamo “Venezuela Espejismo” nos llevó a una “Venezuela Pesadilla”. Y todavía oigo gente decir “no nos merecemos esto que nos pasa”. Pero nos lo buscamos, lamentablemente. Pero Dios es Bueno, Fiel y Misericordioso… Renueva Sus Misericordias cada mañana en espera precisamente de ese arrepentimiento y conversión solo hacia Jesús, no el religioso, sino el de VERDAD! (Mateo 17:5) Sin embargo mientras no ocurra, seguiremos en un oscurantismo no solo espiritual sino por ende, social
      Éramos felices y no lo sabíamos? Estoy convencida que eso no es así. Más bien TENÍAMOS CÁNCER Y NO LO SENTÍAMOS…
      Venezuela –nosotros- es definitivamente UNA HIJA PRÓDIGA reflejada precisamente en la parábola que el Señor Jesús nos relata en el Evangelio de Lucas capítulo 15, versículos 11 al 32. Busque usted. Derrochadores de grandes riquezas, facilistas, corruptos y corrompidos, superficiales, epicúreos, sin valores, viendo todo lo malo en algo “normal” para pretender convertirlo en “algo bueno” dizque por conveniencia. En muchos casos de renombre, el exacerbado intelectualismo cosmopolita nos encegueció el espíritu, asiento de los valores. Me refiero al espíritu como esencia de vida, no al religioso reservado hipócritamente para los domingos que de nada aprovecha ni honra a Dios. No que sea malo ser culto o preparado; no se me mal interprete. Es bueno y muy importante el conocimiento para crecer y aprender, para avanzar. Pero se puede ser un gran intelectual y al mismo tiempo un delincuente refinado si no se cultivan los verdaderos valores de formación que no se aprende en la escuela y menos en la universidad. Por eso refiero el “exacerbado intelectualismo” que idolatramos muchas veces al punto de bloquear el espíritu. O tal vez, en el mejor de los casos, llegamos a pensar equivocadamente “mientras más me prepare, mejor persona seré”, pero en algún momento nos damos cuenta de nuestro limbo espiritual; entonces nos preguntamos “¿cómo es que mientras más sé y mientras más conozco y estudio, menos entiendo lo que ocurre?” Y se forma la gran interrogante de todos: ¿Pero qué vamos a hacer? ¿Cómo salimos de ésto?    Terminamos siendo “esclavos de nuestro propio libertinaje… la Venezuela pesadilla…
    ¿Se puede corregir? ¡Claro que sí! Pareciera difícil, pero no;  Nos toca volver nuestro rostro y corazón al Padre Amoroso y Maravilloso que nos dio esas riquezas, como ocurre en la parábola del hijo prodigo, al final; Digo… si queremos romper las ligaduras de impiedad que nos atan y recibir en Amor y obediencia las Preciosas Bendiciones de Dios en Libertad y con plena certidumbre de fe… Es cuestión de decisión y voluntad si queremos ver de verdad a Venezuela Renovada. Dios renueva sus misericordias cada mañana, pero no para complacernos en lo que se nos ocurra, sino esperando ese arrepentimiento y esa voluntad de cambio. Pidámosle ante todo perdón por Venezuela. Mientras más largo lo hagamos, más difícil, doloroso y largo será el recorrido.
COMENCEMOS DESDE EL PRINCIPIO. Honremos la invocación de Dios que está en el Preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Tal vez unos quieran ahora, otros luego, otros no. Pero el cambio se genera porque dice Dios en el Libro del profeta Isaías que Su Palabra no regresa vacía y la hace prosperar en todo para lo cual la envía (Isaías 55:11) y que Él no es hombre para mentir (Números 23:19). Cuando el apóstol Pedro predicaba el día de pentecostés  a los judíos incrédulos sobre la muerte y resurrección de Jesús (no es religión, por favor), ellos compungidos contestaron luego a Pedro y a los otros apóstoles “varones hermanos, ¿qué haremos?” (Hechos 2) Ahí está la respuesta más directa, considerando que esa fue para judíos y no judíos; de aquel tiempo y de todos los tiempos. Le invito a leerla.  La Palabra de Dios es Viva y Eficaz y más cortante que toda espada de dos filos. (Hebreos 4:12).
     Cuando dispongamos nuestro corazón para entender el trascendental significado de obedecer a Dios prescindiendo de formalismos religiosos y contaminantes tradiciones, entonces el Espíritu Santo (expresé que no es religioso) de Dios comenzará a ordenar los pasos de Venezuela. No hay mortal que tenga la vara de la moral y por eso, es urgente acudir al Código de Instrucciones por Excelencia, si en realidad queremos ver un cambio hermoso en nuestro país.

       El es nuestro Creador y  nosotros, todas y todos sus creaturas; y el Manual del Fabricante es la Biblia, acuñando esa excelente analogía de los mismos conferencistas.  Dios quiere que nos acerquemos a Él a través de una relación personal y directa. Cierro recordando la Invocación de Dios en el Preámbulo de la Constitución:El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios….”  y Dios dice: “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus  malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” 2 Crónicas 7:14. No sigamos resistiendo. ¿A qué le tenemos miedo?  Que no nos pase como a Jerusalém, cuando Jesús al verla,  lloró  diciendo: “si también tú conocieses a lo menos en este día lo que es para tu paz; mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con tu vallado y te sitiarán…. Por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.” (Lucas, 19:42). Dispongamos nuestro corazón hacia Cristo Jesús con arrepentimiento sincero. Dios está hablando. El cambio comienza desde nuestra esencia de vida.